¡Buenos días! ¿Cuántas veces los enfados sirven de algo? POCAS. ¿Cuántas veces nos sentimos mal después de haber discutido por algo? MUCHAS. Hoy vamos a compartir estos consejos que nos ayudarán a evitar enfados y en el caso de discutir, a controlarnos.
1.- No siempre tenemos razón. Ser realistas es fundamental, y saber que no siempre se puede tener o hacer lo que uno quiere nos evitará muchos enfados.
2.- No hacer una montaña de un grano de arena. Una cosa es estar molesto por algo y otra muy diferente que nos ocurra una desgracia. ¿Qué podemos hacer para no reaccionar a la tremenda? Lo importante es preguntarnos ANTES de enfadarnos si lo que nos ha pasado es para estar molesto o si verdaderamente es una catástrofe.
3.- Conocer cuáles son nuestros temores nos puede evitar muchos enfados. A menudo se intenta tapar las inseguridades y desconfianza a base de enfados, pensando que así mantendremos el control.
4.- Escucha más y habla menos.
5.- Cuenta hasta 10, 100 ó 1000. En caliente podemos decir cosas que en realidad no pensamos y las consecuencias pueden salirnos caras.
6.- Aceptarnos tal y como somos.
7.- No hacer a otros lo que no quieras que hagan contigo. Dar ejemplo no sólo con palabras sino también con actos.
8.- Piensa en positivo nunca en negativo.
9.- Mientras discutes dirígete a la persona con un tono amable sin dar razones para que te ataque.
10.- No son los demás los que te hacen enfadar, piensa si el problema lo has generado tu mismo.
11.- Reflexiona sobre las posibles opciones, los pros y los contras. Pregúntate: ¿Realmente merece la pena? ¿De verdad me interesa llegar a perder el control?
12.- Fuera reproches. El reproche sólo conduce al resentimiento y aumentará el enfado que llevas dentro de ti.
13.- Aprende a pedir perdón y a perdonar.
14.- Intentar meterse en el lugar de los demás, cultivar la empatía y el buen humor.