Empezamos el día con este maravilloso cuento para reflexionar… 🙂
Un buen día un exitoso columnista de un diario acompañaba a un buen amigo a comprar el periódico. Cuando estuvieron delante del quiosco, su amigo saludó al vendedor amablemente. El quiosquero, respondiéndole de mala manera, le lanzó el periódico sin mirarle a la cara, como si estuviese ofendido por algo. Su amigo, sin molestarse lo más mínimo, sonrió al quiosquero y le deseó que pasase una buena semana.
Cuando se habían alejado, el columnista, impresionado por la situación, le preguntó a su amigo:
– Oye, ¿este hombre siempre es tan desagradable y maleducado contigo?
– Sí, así es.
– Y tú, ¿siempre le muestras tu cara más amable a este impresentable? -preguntó el periodista intrigado.
– Sí, claro -respondió sin parecerle extraño.
– Perdona, no entiendo por qué actúas así. Yo le habría pagado con la misma moneda -concluyó el columnista. Y el amigo le respondió:
– Sabes qué, no quiero que sea él quien decida cómo me he de comportar.
No debemos permitir que la conducta de los otros condicione la nuestra.
Este relato está extraído del libro Aplícate El Cuento, donde encontraréis una serie de cuentos dirigidos a todas aquellas personas que escogen ser parte de la solución y no del problema. Algo que solemos hacer es leer una historia justo antes de ir a dormir… zzzzzz… 🙂