«Todos los botiquines de urgencias deben incluir una dosis de sentido del humor» Entrevista al Dr. Luis Rojas Marcos

«Todos los botiquines de urgencias deben incluir una dosis de sentido del humor» Entrevista al Dr. Luis Rojas Marcos
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¡Muy buenos días! Hoy tenemos el honor de entrevistar al Dr. Luis Rojas Marcos. Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Bilbao y en Ciencias Médicas por la Universidad del Estado de Nueva York. Especializado en psiquiatría en el Hospital Bellevue y la Universidad de Nueva York. Profesor de la Universidad de Nueva York y Chief Executive Officer de Physicians Affiliate Group of new York. Autor de numerosos libros como “Nuestra felicidad”, “La fuerza del optimismo”, “La autoestima”, “Superar la adversidad”, “Eres tu memoria” y “Secretos de la felicidad”, entre otros.

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En la entrevista nos habla de sus experiencias, de música, de felicidad, de cómo hacer frente a las adversidades, de sus aficiones, nos da valiosísimos consejos… ¡¡muchas gracias doctor por compartir tanto!! 🙂

Entrevista Dr. Luis Rojas Marcos

La Felicidad está delante¿Por qué decidió especializarse en psiquiatría?

Dr. Luis Rojas Marcos: Desde muy pequeño quise ser médico. Mi madre me infundió esa vocación contándome historias muy emotivas de su padre, mi abuelo Miguel, que era medico de Liendo, un valle maravilloso de Cantabria, cuna de mi familia materna. Mi interés por la psiquiatría fue posterior y se debió a la gran curiosidad que sentía por entenderme a mí mismo y a los demás.

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L.F.E.D.: ¿Qué quiere transmitir en su último libro “Secretos de la felicidad”?

Dr.L.R.M.: Intento transmitir lo que he aprendido a lo largo de mi vida personal y profesional sobre cómo nos las arreglamos para sentirnos razonablemente felices. Cuando hablo de felicidad quiero decir satisfacción con la vida en general. O sea, no enfoco un momento bueno o malo, sino tu perspectiva general de tu vida. Me refiero al estado de ánimo positivo y estable de contentamiento que acompaña a la perspectiva favorable de la vida, y nos mueve a disfrutar de las relaciones, de las actividades y también de las pequeñas cosas que nos ofrece el día a día. Este estado de ánimo nos ayuda a adaptarnos a los cambios, a aceptar las reglas imperfectas del juego de la vida sin amargarnos, y alimenta en nosotros la idea de que vivir merece la pena.

Una vez aclarada la definición, el mensaje principal de este libro es que la tendencia a sentirnos felices es universal, natural, está programada en el equipaje genético que traemos al mundo y forma parte del instinto de conservación. Sin duda, un nivel suficiente de felicidad es una condición necesaria para la conservación y propagación de la especie. El hecho de que la mayoría de los seres humanos nos sintamos razonablemente satisfechos con la vida en general no nos debería sorprender. Si no fuese así ¿cómo explicar que cada día seamos más en el planeta y vivamos más? Ya hace casi dos siglos Darwin nos avisó que los miembros de cualquier especie que sufren habitualmente, no se ocupan de propagarse.

L.F.E.D.: ¿Cuáles son los ingredientes para ser feliz a pesar de la crisis?

Dr.L.R.M.: La capacidad de superación de las personas es impresionante. Ante las adversidades, la gran mayoría respondemos con una mezcla muy eficaz de resistencia y flexibilidad –en mi campo hablamos de resiliencia. En cierto sentido, ante los golpes nos comportamos como una pelota de goma o un muelle; nos adaptamos sin rompernos y con el tiempo recobramos nuestro estado original. Los ingredientes de esta capacidad de proteger nuestra felicidad incluyen las conexiones afectivas con otras personas solidarias, también ayuda recordar adversidades pasadas que superamos, y nutrir el pensamiento positivo y esperanzador. Otro ingrediente es localizar el centro de control dentro de nosotros y pensar que podemos hacer algo para minimizar el impacto de la crisis en nuestra vida; justamente lo opuesto a tirar la toalla y pensar “que sea lo que Dios quiera”. Y no olvidemos el sentido del humor. Todos los botiquines de urgencias deben incluir una dosis de sentido del humor.

L.F.E.D.: ¿Qué le hace a usted feliz?

Dr.L.R.M.: Conectarme con mis seres queridos, el trabajo en equipo, la música, aprender algo, y luchar por superar retos que me impongo o me imponen los demás y las circunstancias. Las actividades que requieren un esfuerzo por mi parte y que están salpicadas de riesgo y diversión, me han atraído desde pequeño. Me gusta el dicho, atribuido a Einstein, “La vida es como montar en bicicleta, para mantener el equilibrio debes seguir pedaleando”.

L.F.E.D.: Vivió los atentados del 11 de septiembre de 2001 en primera persona, en su cargo de presidente ejecutivo del Sistema de Sanidad y Hospitales Públicos de Nueva York (escribió el libro “Más allá del 11 de septiembre”) ¿Se llega a superar una adversidad de tal magnitud? ¿Cuál es el camino a seguir?

Dr.L.R.M.: La gran mayoría de las personas que vivimos de cerca el 11-S hemos superado el trauma. Con esto no quiero decir que se nos haya olvidado, ni que la experiencia no dejara en nosotros una marca imborrable. Lo que quiero decir es que la memoria del 11-S ya no interfiere con nuestra capacidad para disfrutar de la vida y sentir las alegrías cotidianas. El camino a seguir en un primer momento es hablar, narrar lo que vivimos y sentimos, y conectarnos a personas solidarias. Es importante dejar pasar el tiempo. También curativo es descubrir aspectos positivos en nosotros y en los demás que no conocíamos. Y es que, como se ha dicho, en el corazón de todas las crisis se esconde una oportunidad.

L.F.E.D.: ¿Un psiquiatra va al psiquiatra después del 11-S?

Dr.L.R.M.: Los psiquiatras no somos inmunes a los traumas psicológicos, a la ansiedad, a las depresiones y demás trastornos mentales. Tampoco nos libramos de las desgracias, de la muerte de seres queridos, del divorcio, de las enfermedades. En mi caso, tardé unas semanas en darme cuenta del impacto del 11 S. Mi primera reacción fue cerrar mi conciencia al menor pensamiento sobre los terribles acontecimientos que había vivido y sumergirme de lleno en el trabajo. Recuerdo que un día me encontraba en uno de los hospitales a mi cargo en una asamblea dirigiéndoles a los empleados unas palabras de aliento y admiración por su abnegada labor, y en esto que una enfermera se levantó y con voz firme me interpeló: Y usted, Dr. Marcos, ¿cómo se siente? Súbitamente, una cascada incontenible de las dramáticas imágenes que había vivido en persona la mañana de los atentados inundó mi mente y enmudecí. Pocas horas más tarde recibí la llamada de un viejo amigo y colega que trabajaba en el mismo hospital y concertamos varias sesiones de terapia. Me alegré de hacerlo, pues la memoria de los traumas es como un barrio peligroso: mejor no ir allí solos.

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L.F.E.D.: Usted también posee un talento natural para la música, ¿qué importancia le da a la música en su vida diaria? ¿Qué obra musical recomendaría para ser más feliz?

Dr.L.R.M.: Efectivamente, con 8 o 9 años mi madre, cansada de mi hiperactividad y travesuras, detectó que tenía buen oído para la música y me persuadió para que aprendiese a tocar el piano, la guitarra y finalmente el instrumento idóneo para un niño hiperactivo: la batería. Desde entonces, escuchar música forma una parte muy importante de mi día a día. La música afecta mi estado de ánimo en cuestión de segundos. Una sintonía alegre y con buen ritmo –sea jazz, heavy salsa o boogaloo− me anima y enciende mi la energía, mientras que una melodía romántica –Joel, Streisand, Ray Charles, Sting-, me emociona.

Mi recomendación es escuchar el tipo de música que nos impacta y elegir aquellas melodías que nos animan y nos traen recuerdos gratos.

L.F.E.D.: Otra de sus aficiones, que empezó a los 40 años, es correr. ¿Qué le aporta este deporte? ¿Qué sensación le produce correr el maratón de Nueva York?

Dr.L.R.M.: Para mí, el maratón de Nueva York se ha convertido en un símbolo de superación, y en una especie de aniversario “el día del gran reto”. También tiene un componente de obligación un poco neurótica… a veces pienso que si no participo mi suerte cambiará. Aparte del maratón, la verdad es que el ejercicio regular ha sido para mí una fuente de salud física y estabilidad emocional. Es cierto que empecé tarde cuando era un cuarentón. Recuerdo que me aconsejaron hacer algo para reducir el estrés y el exceso de energía. Un día decidí instalar una cinta en el dormitorio y empecé poco a poco. La verdad es que sentí resultados positivos enseguida. Mientras corro a menudo se me ocurren ideas interesantes; y después me siento en un estado natural de tranquilidad incomparable. Para mí, іno hay mejor pastilla!

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L.F.E.D.: ¿Próximos proyectos?

Dr.L.R.M.: Continuar trabajando con un grupo de médicos en la sanidad pública de Nueva York, con el fin de mejorar el seguimiento de personas con enfermedades físicas y mentales crónicas y evitar las recaídas. En cuanto a escribir, cada día me interesa más el tema de los “holas “y los “adioses”.

Le agradecemos enormemente al doctor Luis Rojas Marcos su deferencia por concedernos esta entrevista, su amabilidad y las facilidades que nos ha dado para poder realizarla. GRACIAS. 🙂

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