“Cuando te encuentres en un aprieto y todo vaya en tu contra, hasta que parezca que no puedes aguantar un minuto más, nunca te rindas, porque ese es el lugar y el momento en que cambiará la marea”.
Harriet Beecher Stowe
Algunos días son maravillosos y llenos de inspiración. Algunos días son simplemente rutinarios. Y algunos días puedes pensar para ti mismo: “Me rindo”.
Puede que sientas ganas de renunciar a…
Tu nuevo hábito de hacer ejercicio o comer más sano.
Tu propia pequeña empresa o blog porque no has tenido los resultados que esperabas o querías.
Citas porque parece que no puedes encontrar a la persona adecuada o tal vez incluso tener una buena cita.
Terminar en tales situaciones es una parte normal de hacer cambios positivos en la vida.
Pero lo que hagas cuando tengas ganas de rendirte determinará en gran medida hacia dónde irá tu vida.
En el artículo de hoy me gustaría compartir varias cosas que te ayudarán a aguantar o cambiar de dirección en esos días difíciles.
Recuérdate por qué estás haciendo esto.
Es fácil perder el panorama general en la ajetreada vida cotidiana.
Pero si tienes ganas de darte por vencido, lucha por tu motivación e intenta volver a conectarse con el motivo por el que estás haciendo lo que estás haciendo.
Antes del amanecer siempre está oscuro.
Este pensamiento te será de gran ayuda cuando las cosas se han puesto difíciles. Cuando las cosas parecían estar en el punto más bajo, siempre pasaba algo.
Probablemente con bastante frecuencia porque estar en ese punto bajo te obliga a cambiar algo.
Pero tal vez también porque la vida parece tener algún tipo de equilibrio si sigues adelante. Si continuas actuando en lugar de rendirte y no hacer nada, siempre sucede algo bueno.
Vuelve a conectarse con lo básico.
Cuando te topas con alguna dificultad, una cosa que ayuda es simplificar y volver a conectarte con lo básico.
Es fácil sentirse abrumado por toda la información disponible sobre cualquier cambio que puedas hacer en la vida.
Obtén más información y corrige el rumbo.
Reconectarse con lo básico a menudo funciona bien. Pero a veces, durante una mala racha o cuando te sientes atascado, es sido útil cambiar el rumbo ligeramente.
Examinar cómo haces las cosas, qué resultados traen y compararlas con cómo las personas que te han precedido han hecho las cosas.
Y reemplazar esas cosas por un tiempo, según lo que otros han hecho en el pasado, y ver si eso funciona mejor. Incluso si eso significa que tienes que salir de tu zona de confort.
Dí a ti mismo: ¡Solo por hoy!
Aquí hay una pequeña frase de Brian Tracy que puedes usar cuando tengas un mal día con un nuevo hábito.
Puedes decirte a tí mismo: ¡Solo por hoy voy a…….X……..!
Reemplaza XX con lo que harás solo por hoy, como hacer ejercicio, comenzar con la tarea más importante a primera hora del día o comer un almuerzo saludable.
Al decirte a mí mismo que solo tienes que hacerlo hoy, obtienes dos grandes beneficios:
Liberas la carga mental de los tiempos pasados en los que lo hiciste y de los tiempos futuros en los que lo harás. Y así la tarea se vuelve mucho más liviana y la resistencia interior se desvanece.
También te recuerda que el período que estás invirtiendo en cambiar un hábito no es el resto de tu vida.
Después de 30 días más o menos, el hábito será en su mayoría automático, por lo que no es algo que tengas que hacer con fuerza de voluntad durante los próximos años o décadas.
Y cuando llegue mañana, probablemente tendrás un buen día nuevamente con menos resistencia y lo más probable es que tengas ganas de hacer la tarea nuevamente.
Mira hacia atrás y celebra lo lejos que has llegado.
Cuando tienes ganas de rendirte y estás abrumado y cansado, es fácil perder la perspectiva de lo que has logrado hasta ahora. Las cosas que has aprendido, los pasos que has dado y los obstáculos que has superado.
Reflexiona sobre esas cosas cuando tengas ganas de rendirte. Aprecie y celebre lo que ha hecho hasta ahora para avanzar hacia su meta. Valórate por el esfuerzo que has puesto.
Esto te ayudará a cambiar tu perspectiva a una más optimista una vez más y a encontrar un nuevo paso que puedas dar para seguir avanzando.
Relájate un poco y tómate un descanso.
Sí, puede parecer que solo quieres rendirte. Pero eso a veces puede simplemente indicar que necesita un merecido descanso después de haber trabajado demasiado. Entonces, cuando eso suceda, escucha a tu cuerpo y mente.
Tómate unas horas o días libres. Descansa, recupérate y olvídate de la tarea, proyecto o lo que quieras dejar durante ese tiempo.
Esto puede cambiar cómo te sientes de manera notable y recargar tus baterías.
Excelente artículo. Muchas gracias por compartir. Lo voy a tener en cuenta. Saludos