¡Buenos días! Empezamos el día con un bonito cuento y una reflexión. ¿Dónde encontramos la paz?
Era una vez un rey que organizó un concurso de pintura, ofreciendo un gran premio al artista que pudiera pintar la mejor representación de la paz.
Muchos fueron los pintores que participaron en el concurso. Acabado el plazo de presentación, el rey hizo exponer todos los cuadros en uno de sus grandes aposentos de palacio. Durante varios días paseó y paseó mirando con atención cada una de las obras presentadas.
Finalmente, el monarca decidió que sólo había dos cuadros que le gustaban realmente y que había que escoger entre ellos.
Uno representaba un lago de tranquilas aguas en las que se reflejaban unas grandes montañas llenas de armonía. Por encima había un cielo muy azul con suaves nubes como de algodón. Todo hacía pensar en una representación perfecta de la paz.
El otro cuadro también tenía montañas, pero eran abruptas y escarpadas. Sobre ellas caía una tormenta que descargaba un fuerte aguacero con rayos y truenos. Por una de las vertientes de la montaña caía un salto de agua tortuoso y amenazador. ¿Transmitía este cuadro paz?
Fijándose bien, el rey vio, detrás del salto de agua, un pequeño arbusto que crecía en una grieta de la roca. En el arbusto un pequeño pájaro había construido su nido. Allí, en medio del estruendo del agua, estaba la madre pájaro en su nido, en una paz perfecta, ajenos al ruido.
El rey otorgó el premio al segundo cuadro. Ante la estupefacción de la corte, el rey explicó su decisión:
Paz no significa estar en un lugar sin conflictos, donde no haya ruido, problemas o trabajo duro. Paz es permanecer serenos a pesar de que a tu alrededor todo sean adversidades.
(Autor desconocido)
Lo que ocurre a nuestro alrededor, es simplemente lo que ocurre. Cómo nos lo tememos nosotros es lo que importa. Nuestra paz y nuestra templanza dependen de la actitud mostrada ante los acontecimientos, manteniéndonos serenos ante sucesos que nos pueden hacer sufrir. La paz, como la felicidad no se busca, la podemos construir a partir de nuestra realidad actual. Se trata de elegir, asumir el control y decidir cómo interpretamos lo que nos sucede.
«El hombre feliz es aquel que siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar.» Goethe
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