«Unas veces se gana y otras se aprende.» Entrevistamos a Irene Villa.

«Unas veces se gana y otras se aprende.» Entrevistamos a Irene Villa.
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¡Muy buenos días! ¿Qué tal se presenta la semana? Por aquí llena de proyectos y mucha, mucha ilusión. Además hoy venimos cargados de energía, hemos tenido el honor de entrevistar a Irene Villa y nos ha contagiado la alegría y positividad que desprende.

Periodista, escritora, esquiadora, conferenciante, madre… desborda vitalidad, fortaleza y optimismo. Un gran ejemplo a seguir para muchas personas, ¡cuánto podemos aprender de ella!

Irene Villa

Entrevista a Irene Villa

La Felicidad está delante: Es un ejemplo a seguir para muchas personas, ¿cómo lleva esa «responsabilidad»?

Irene Villa: Fenomenal porque nunca me lo planteé así, sino como un estilo de vida en el que la principal beneficiada soy yo, porque vivir odiando, queriéndote vengar, quejándote, lamentándote, al único que hace daño es a uno mismo. Lo que sí traté de hacer por personas con discapacidad fue probar diferentes deportes para que supieran, cuando aún no estaba demasiado instaurado el deporte adaptado, que SE PUEDE, ¡y acabé enganchándome!

L.F.E.D.: ¿Cuáles considera que son los ingredientes para ser feliz, a pesar de la crisis?

I.V.: Lo primero Autoestima y después ¡saber que se puede! sí, es el título de uno de mis libros, pero también la fórmula mágica para empezar a luchar, porque si no sabes que se puede lograr, nunca comenzará esa lucha que si bien requiere esfuerzo, valentía, humildad… será el camino más productivo e ilusionante, también saber que nunca es demasiado tarde, sí mi última publicación, pero creo que muchos sueños se truncan porque creemos que pasó el momento, y sin embargo nunca es tarde. Unas veces se gana y otras se aprende.

L.F.E.D.: Usted es una apasionada del esquí ¿Qué le aporta ese deporte?

I.V.: Muchos beneficios físico y psicológicos, calidad de vida, compañerismo, trabajo en equipo, valentía, disciplina… ¡Siempre quedan más retos y desafíos por proponerse y cumplir! El deporte me ha ayudado mucho a saber que no puedes rendirte porque entonces no sabrás de lo que eres capaz, aunque lo que siempre pretendí fue animar a otras personas con discapacidad a la competición. El objetivo era Sochi 2014, pero en su momento me incliné por formar una familia lo que era incompatible con vivir en una estación de esquí. Pero mi equipo de la Fundación también sigue con la meta de unas paralimpiadas que ojalá veamos cumplida.

L.F.E.D.: A la hora de superar una adversidad, ¿cuál es el camino a seguir?

I.V.: El amor, la valentía, la perseverancia, la honestidad, la generosidad, el sentido de la justicia, la capacidad de perdonar, la humildad, la gratitud, el sentido del humor, la espiritualidad, no darnos por vencidos, esforzarnos por transformar la amenaza y la debilidad en fortaleza y oportunidad. Saber que de las peores situaciones han crecido las raíces más fuertes, que lo que no nos mata nos fortalece y que lo único que nos paraliza y nos mata es el miedo, la tristeza o la ira, mientras sepamos controlar estas emociones tan dañinas, saldremos adelante.

L.F.E.D.: Escritora, periodista, conferenciante, deportista, mamá… ¿Cómo se organiza?

I.V.: No perdiendo oportunidades de adelantar trabajo, especialmente el de las columnas que me lleva más tiempo, y con la gran ayuda de un marido implicadísimo tanto en nuestro hijo como en mis viajes y conferencias.

L.F.E.D.:¿Qué es lo que le motiva ahora mismo?

I.V.: Sin duda mi pequeño, la mayor recompensa que la vida me tenía reservada. Deseando ampliar la familia y dedicar el mayor tiempo posible a su educación fundamentada en valores y felicidad.

L.F.E.D.:¿Cuál es su primer y último pensamiento del día?

I.V.: GRACIAS.

Nunca es demasiado tarde

L.F.E.D.:¿Qué valores quiere transmitir en su último libro «Nunca es demasiado tarde, princesa»?

I.V.: Este libro pretende que los que se sientan dominados por la ira, la culpa, la tristeza o el miedo, dejen de hacerlo. Porque solo conduce al sufrimiento y si estamos aquí es para ser felices. Podemos superar el rencor y otros sentimientos negativos que son las verdaderas discapacidades.

Si dejamos de desperdiciar nuestros días suspirando por lo que otros tienen o consiguen y nosotros no, descubriremos que lo realmente importante lo tenemos todos, a veces demasiado escondido en nuestro interior, pero una vez que precisas una fuerza poderosa: aflora ese espíritu que los protagonistas de este libro, han demostrado que es capaz de vencer todas las barreras y traspasar hasta los más infranqueables muros.

Ojalá que ayude, guste, enganche, entretenga, pero sobre todo, que contribuya a encontrar esa fuerza infinita que todos poseemos, porque ¡nunca es demasiado tarde!

L.F.E.D.:¿Cuáles son sus próximos proyectos?

I.V.: Seguir escribiendo y ampliar la familia.

¡Seguro que sí! Muchas gracias por concedernos esta entrevista y por regalarnos tanta energía positiva. ¡¡GRACIAS!!

Libros de Irene Villa:

Como el sol para las flores

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Saber que se puede

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