¡Buenos días! Como cada 22 de diciembre nuestras tareas cotidianas se ven amenizadas por la voz de los niños de San Ildefonso, que nos traen la ilusión en forma del Sorteo Extraordinario de Navidad, o el día de la Salud, jajaja que la inmensa mayoría bautizamos ese día una vez concluido el sorteo.
Comprar un décimo o una participación para este sorteo nos permite soñar y alimentar nuestras ilusiones. Soñar con que nos toque y poder cumplir gracias a el premio nuestros deseos. Una vez finalizado el sorteo, si formamos parte de esa gran mayoría que no nos ha tocado, NO PASA NADA, no seremos más pobres ni debemos quejarnos de nuestra mala suerte (la posibilidad que toque es de 1 entre 100.000) simplemente habremos disfrutado durante un tiempo de un sueño que tiene que ver con algo material pero, ¿cuántas cosas podemos tener gratis y nos aportan felicidad?
Aquí lo dejamos, no sin antes rescatar esta imagen que circula por internet y que seguro que podemos tener TODOS con mucha más probabilidad… Esto es lo que QUIERO para hoy…