Hoy vamos a compartir esta sencilla historia pero con una gran mensaje en su interior. Una buena actitud es todo en la vida. Tal vez no sea tan simple llevarla a la práctica, pero merece la pena el esforzarnos y el intentarlo para que así lo sea.
Una mujer muy sabia se despertó una mañana y al mirarse al espejo vio que tenía solamente tres cabellos en su cabeza.
«Creo que hoy me voy a hacer una trenza»- pensó.
Así lo hizo y pasó un día maravilloso.
Al día siguiente, se despertó, se miró al espejo de nuevo y vio que tenía solamente dos cabellos en su cabeza.
– ¡Qué bien! –dijo entusiasmada, – Creo que hoy me peinaré con raya en medio.
Así lo hizo y pasó un día grandioso, lleno de alegrías.
Cuando despertó a la mañana siguiente, una vez más se miró al espejo y notó que solamente le quedaba un cabello en su cabeza.
– Bueno, ahora me voy a hacer una cola de caballo.
Así lo hizo y tuvo un día muy, pero muy divertido.
A la mañana siguiente cuando despertó, corrió al espejo y enseguida se dio cuenta que no le quedaba un solo cabello en la cabeza.
– ¡Qué bien! -exclamó-. ¡Hoy no voy a tener que peinarme!.- Y seguidamente salió a la calle a disfrutar de cada segundo del día que tenía por delante.
Nuestra clase de vida no está determinada por qué nos sucede, sino por nuestra reacción y nuestra actitud a lo que nos sucede.
«La vida no es esperar a que la tormenta pase…
Es aprender a bailar bajo la lluvia.» Vivian Greene: